Cuando nuestro cuerpo o nuestra mente están saturadas o se sienten intoxicadas, es momento de hacer esa pausa tan necesaria y revisar realmente qué es lo que está pasando. Porque puede estar enviando señales de que necesitas una desintoxicación del cuerpo de forma natural.
Es acá cuando la auto-observación es vital. Para Ayurveda el ejercicio de reconocernos, ver y sentir el cuerpo y sus señales nos ayudan a mantener nuestra conexión mente-cuerpo (clave para mantener el flujo energético en balance y en coherencia). Además, a atender las señales en el momento correcto.
El cuerpo es sabio, él sabe que nosotros no vemos lo que pasa por dentro, y nos lo expresa por medio de nuestros desechos (orina, heces, sudor) o de lo que es evidente para nosotros (piel, ojos, pelo, uñas, etc.)
Cuando nuestro cuerpo necesita atención, nos lo hace saber, el color o la apariencia de la piel cambia, nuestro olor corporal puede ser diferente, la digestión se puede volver más intermitente o se puede debilitar. Además, la energía disminuye y muchos otros cambios visibles que nos hacen ver que algo pasa dentro de nosotros.
El ejercicio de atención y observación nos permite atender el desequilibrio justo a tiempo, antes de que éste tome fuerza y pase de ser algo incómodo a convertirse en una enfermedad. Por eso necesitamos reconocer que ha cambiado en nuestro cuerpo, y que nos está tratando de decir.
Nuestro cuerpo y mente (porque ella también nos avisa cuando algo no está bien con el sistema nervioso) tiene infinitas formas de comunicarse con nosotros. Por lo tanto, en este artículo mencionaré las más evidentes y comunes y les doy algunos tips que me han servido mucho para darme cuenta de que algo pasa dentro de mí y no lo estoy viendo, además, poder desintoxicar el cuerpo de forma natural:
1. Desequilibrios en la piel
En caso de que nuestra piel siempre haya estado bien y de repente algo empieza a cambiar, los granos que aparecen de vez en cuando ya se vuelven acné regular, o aparecen señales de dermatitis, psoriasis, sarpullido que cambia de lugar en el cuerpo, o la piel cambia de tono o color. Es momento de prestarnos mucha atención, nuestra piel es un órgano muy sensible y siempre da evidencia de lo que pasa internamente en el sistema y es una señal para realizar una desintoxicación del cuerpo.
2. Cambios en el olor corporal
Si el olor corporal cambia rápidamente y empiezas a notar un olor fuerte y diferente, identifica de donde proviene y a qué te huele (el olor puede ser ácido o te puede hacer referencia a algo familiar) para ir teniendo un indicio de dónde puede estar el problema.
El sudor es uno de los desechos del cuerpo, por medio de él regulamos las toxinas. Por eso, si algo cambia en tu sudor o en el olor de algunas partes o de todo el cuerpo, presta atención. Eso quiere decir que el sistema se está tratando de depurar y nosotros debemos ayudarte, cómo?, dejando de hacer lo que lo está debilitando.
3. Aumenta el recubrimiento de la lengua
Normalmente, nuestra lengua tiene un leve recubrimiento al despertar en la mañana, pero si este ha ido aumentando, y cada vez está más grueso y su color cambia. Eso quiere decir que internamente hay toxinas y debemos pasar a la acción, especialmente en el sistema digestivo.
Este recubrimiento puede ser de color blanco, marrón o amarillento y puede estar en parte o en toda la lengua. Ver su color, consistencia y las partes donde se ubica, nos ayuda a identificar qué debemos hacer para ayudarnos a depurar.
En este caso, lo más importante es darle tiempo al sistema digestivo para limpiarse solo. Por lo tanto, evitando alimentos azucarados, lácteos, cárnicos rojos y alimentos procesados, para desintoxicar el cuerpo de forma natural. Además, consume más fibra (frutas y vegetales) y un poco más de agua, ojalá tibia o al tiempo para proteger y fortalecer el fuego digestivo.
4. Sensación de fatiga física y mental
Cuando el cansancio es cada vez mayor, la concentración es mínima y ya te cuesta salir de la cama porque duermes, pero el sueño no es reparador, es hora de una pausa y ver donde puede estar el problema. Las ideas dando vueltas en la cabeza llenándonos de pensamientos repetitivos poco saludables también son una fuente de toxicidad mental, que no permite conciliar el sueño o lograr un sueño reparador.
Así mismo, si el cuerpo ya tiene señales de inflamación y nuestra mente está nublada, no logramos concentrarnos, olvidamos las cosas con mayor frecuencia. Eso quiere decir que necesitamos una pausa física y mental. Esto va a permitir que el cuerpo se recupere y también para identificar qué es eso que tanto nos agobia, o que nos está elevando los niveles de estrés en el cuerpo. Además, hacen que nuestras hormonas se eleven y no permitan que nuestro sistema regrese a la homeostasis de forma natural. Es decir a nuestro estado natural de reposo.
Para esto sugiero, pausas más largas durante el día, meditación, días libres y no hacer nada (algo difícil para muchos).
5. Problemas digestivos debes realizar una desintoxicación del cuerpo
En caso de que tu digestión siempre haya sido buena, pero últimamente ha estado fallando, oscilas entre constipación (estreñimiento) y diarrea y hay presencia de muchos gases. Eso quiere decir que tu sistema digestivo ya no está funcionado como debería y definitivamente, hay que hacer una limpieza.
El sistema digestivo digiere “todo”, no solo los alimentos, sino también las emociones, situaciones y todo lo que ingresa a nuestro sistema por los sentidos. El sistema digestivo es muy sensible, tiene una red neuronal enorme (su propio sistema nervioso) que permite que la asimilación de “todo” ocurra.
Cuando comemos o bebemos alimentos poco naturales, nos saturamos con algún alimento que consumimos por mucho tiempo. O cuando el sistema digestivo está siendo afectado por alguna emoción no digerida, es momento de hacer cambios y revisar qué de todo lo que hacemos está afectando y permitir que el sistema se limpie.
Para esto sugiero, ayunos controlados, beber agua caliente o tibia, infusiones herbales para cada persona (según su dosha) y dieta, basada en vegetales, frutas, granos, cereales y proteína ligera (como huevos pescado, pollo o pavo, en caso de que la persona los consuma). Estas dietas deben ser reguladas y manejadas según la necesidad de cada persona y guiada por un profesional.
6. Intolerancias alimenticias y alergias
Cuando el cuerpo está saturado, empieza a rechazar muchos alimentos y a generar intolerancias a cosas que normalmente consumías sin problema. Esto ocurre porque ya no los puede digerir, y síntomas como congestión nasal, alergias matutinas, alergias en la piel e inflamación son señales de que es momento de actuar e iniciar una desintoxicación del cuerpo.
En este caso recomiendo reducir el consumo de licor, lácteos y azúcares que generan tanta congestión, incluyendo a los niños. Para esto sugiero ejercicios de respiración (pranayamas), ejercicio para activar la respiración activa y los cambios de dieta sugeridos para cada persona según la necesidad y particularidad.
Adicional a esto, el sistema digestivo necesita limpiarse, para eliminar eso que lo satura y no permite la digestión de algunos alimentos. Consumir alimentos limpios y ligeros como nueces, arroz basmati, mango y especias ayudan mucho a este proceso.
7. Dolores de cabeza o migrañas debidos a la falta de desintoxicación del cuerpo
Si los dolores de cabeza no son regulares en ti y sumado a las señales anteriores, estos empiezan a manifestarse. Es porque tu sistema digestivo está congestionado y necesita una desintoxicación natural del cuerpo. La cabeza ya empieza a evidenciar que algo pasa y es necesario tomar acción.
Normalmente, la cabeza nos muestra lo que no hemos visto en la digestión, exceso de grasas, azúcares, alimentos procesados e industriales, etc. Es por ahí por donde debemos empezar a reducir y retirar de nuestra dieta.
Sé observador(a) de los episodios de malestar, dolor y migrañas, a qué hora, en qué parte de la cabeza, la sensación. Todo esto ayuda a identificar qué puede ser lo que está fallando y así tomar acciones rápidas y acertadas y empezar a desintoxicar el cuerpo de forma natural.
8. Has subido de peso y no puedes perderlo
El aumento de peso anormal es uno de los signos reveladores de toxinas en el cuerpo. La acumulación de toxinas ralentiza el metabolismo, lo que conduce al aumento de peso.
El cuerpo puede expandir las células grasas y absorber la carga tóxica para hacer frente a la alta toxicidad y evitar que las toxinas afecten más el sistema. Después de eso, estas células grasas pueden necesitar más tiempo de lo normal para ser eliminadas.
Si la grasa, especialmente la grasa abdominal permanece, incluso luego de haber adaptado los cambios de rutina y dieta. Esta es una señal de que el cuerpo necesita una desintoxicación más profunda y detallada, para poder limpiarse y purificarse.
9. No te sientes bien emocionalmente, haz una desintoxicación del organismo
La fatiga, el letargo y el posible insomnio, todo se suma y afecta su estado mental y emocional. ¿Te sientes ‘bajx’ de ánimo incluso cuando no hay una razón obvia? ¿Fácilmente deprimidx, tal vez ansiosx, nerviosx o insegurx, o malhumoradx? A veces, un estado mental perturbado puede reflejar síntomas corporales tóxicos. ¡La limpieza podría ayudarte a volver a la rutina!
Si alguno de los síntomas anteriores describe tu condición, tu cuerpo te está diciendo que necesita una desintoxicación completa. Las toxinas mentales son igual o más poderosas que las corporales, el pensamiento negativo repetitivo tiene efectos devastadores en el cuerpo y en la mente.
La desintoxicación del cuerpo no siempre tiene que ser solo del intestino o del estómago. La desintoxicación mental, emocional y de tecnología, también es clave para mantener nuestra salud.
Ve a la naturaleza, aléjate de los noticieros y de la prensa, saber todas esas cosas no contribuye a su solución. Por lo tanto, pide días libres, duerme, escribe y bebe agua pidiendo claridad, haz todo lo que sientas para sanar, nadie lo va a hacer por ti.
10. Dolor articular y/o muscular
Cuando nuestro cuerpo está congestionado, el sistema inmune y el sistema linfático se ven afectados. Ya que no tienen la misma capacidad de respuesta y de eficiencia que la que normalmente tienen en un cuerpo completamente sano.
El sistema linfático está conformado por tejidos y órganos que producen, almacenan y transportan los glóbulos blancos que combaten las infecciones y otras enfermedades.
Este sistema incluye entre otras cosas, los vasos linfáticos que son una red de tubos delgados que transportan la linfa y los glóbulos blancos por todo el cuerpo.
Cuándo estamos inflamados estos vasos se congestionan y pueden generar dolor general (en todo el cuerpo o en las zonas más congestionadas). Por lo tanto, este dolor se siente más intensamente al tacto y si no se trata a tiempo, el dolor puede aumentar y generar más complicaciones.
Para esto sugiero, además de revisar los cambios de dieta y de estilos de vida, realizar ejercicio físico, que active la sudoración y estimule el flujo de la linfa por nuestro cuerpo. Para que esta permita limpiar y desintoxicar el cuerpo de forma natural.
Conclusiones sobre la desintoxicación del cuerpo
Nuestras decisiones diarias van definiendo rápidamente nuestro estilo de vida, el cual siempre se verá reflejado en nuestra salud física y mental.
Tal vez no es necesario llegar al punto de tener que parar y dedicarnos solo a nuestra desintoxicación. Incorporando decisiones que vayan siempre en pro de nuestro autocuidado como el ejercicio regular, comer lo más natural y fresco posible, estar activo, limitar o evitar el alcohol, y cuidar los pensamientos. Siempre ayudará al cuerpo a que él sepa qué hacer por sí solo para desintoxicarse.
Por otra parte, si se hace necesaria una desintoxicación natural es fundamental identificar realmente qué he estado haciendo para llegar a ese punto y evitarlo para que el proceso no continúe. Además de adoptar ciertas prácticas que mejoren el estado de salud, siempre acompañado de un profesional que nos guíe en el proceso. Evitemos tomar decisiones sin una observación o un buen acompañamiento para no cometer errores y por querer ayudar a nuestro cuerpo y nuestra mente, lo llevemos a un límite no sano por parte de una práctica contraindicada para nosotros.
Seamos cada vez más conscientes de la vida que estamos construyendo, así las decisiones serán cada vez más acertadas para nosotros. Además, estas nos permitirán una vida de disfrute, de dicha y de plenitud.